Fotógrafo de eventos
Hubo un tiempo en que equivocadamente asociaba “publicidad” con “propaganda”, hasta que uno de mis tres grandes mentores me aclaró que la publicidad es simplemente «lo que nos permite saber que las cosas existen”. Desde entonces trabajo reconciliado con esa faceta humana en la que, además de una lógica ponderación en el mensaje, se añaden casi siempre grandes dosis de humor y –por supuesto- de fantasía.
La creatividad en la fotografía publicitaria ha merecido con creces su catalogación como una forma más de arte en donde normalmente se combinan elementos como una perspicaz abstracción de la realidad, una obligada capacidad de síntesis, un minucioso manejo del ritmo y la armonía, junto con la plasticidad de la imagen, el sonido y la maquetación.
Para un fotógrafo publicitario, la relación con diseñadores y creativos (publicitarios) constituye un eficaz antídoto contra el aburrimiento.
La Publicidad nos permite materializar todos los atrevimientos de la imaginación, y por tanto, no tiene límites.