Fotografía de reportaje social
Un reportaje “fotográfico” (social) es “un acontecimiento, evento o suceso, contado a través de imágenes”, ya sea un viaje, un acto social, una competición deportiva, o cualquier otra actividad normalmente planificada con un inicio, un desarrollo y una finalidad.
Así, tenemos reportajes turísticos, conferencias, congresos, juntas de accionistas, o actos corporativos, inauguraciones, exposiciones, estrenos, torneos y campeonatos, actividades lúdicas como fiestas –públicas o privadas–, espectáculos… y, ¡como no!, las consabidas celebraciones familiares, resumidas en el vocablo “BBC”: Bodas, Bautizos y Comuniones.
Una cosa es «reproducir» (fotográficamente) un objeto, y otra muy distinta es «foto–grafiar» ese mismo objeto.
En el primer caso tendríamos la foto de un velocista llegando el primero a la meta en una carrera de 100 metros lisos. En el segundo caso, hablamos de una producción para obtener la imagen de ese mismo campeón anunciando una marca de zapatillas. En el primer caso hablamos de fotografía de REPORTAJE; en el segundo, se trata de fotografía PUBLICITARIA. En ambos casos, el objeto/sujeto es el mismo: el atleta. Pero la ejecución es distinta en el propósito de obtener dos tipos de resultados diferentes.
La imagen “descriptiva” nos informa de la realidad «objetiva», tal cual es: el corredor en el momento de llegar a META; frente a la imagen «subjetiva», en la que se atenúa o enfatiza la realidad a través de las aportaciones creativas de uno (el fotógrafo) o varios especialistas (publicitarios, diseñadores, estilistas, maquilladores, peluqueros, maquetistas…)
Estas dos «modalidades» fotográficas, suponen grandes diferencias. La primera de ellas es el tiempo de elaboración: en el primer caso (REPORTAJE), la obtención de una imagen es inmediata y dura lo que dura la pulsión con un dedo del disparador de la cámara; en el segundo caso, la creación de una imagen (digamos que, para la publicidad de esa marca de calzado deportivo), puede comportar un tiempo de elaboración de entre una semana y un mes (o más): pre-producción, producción y post-producción)
Cuando un profesional ducho en las diferentes modalidades de la publicidad, se ocupa de la realización de un “reportaje”, siempre podrá sumar un valor añadido al trabajo, con la obtención de buenos retratos, bodegones, paisajes o cualquier otro elemento presente en el entorno.
Otra de las grandes diferencias son las herramientas de trabajo: en el primer caso se reduce a una cámara con su objetivo zoom y un flash de zapata (o antorcha); en el segundo caso, puede conllevar el concurso de 50 kgs. de equipo (mínimo).
Uralde